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B. UN POCO DE FÍSICA: FUNDAMENTOS DE LA SUSPENSIÓN
Entre varios de los elementos que conforman nuestras suspensiones logramos hallar la «masa suspendida» (unas partes de la bicicleta, ciclista, ropa, etcétera. cuyo peso es permitido por las suspensiones), “la masa no suspendida” (unas partes de la bicicleta como llantas, frenos y ciertos elementos de suspensión que no son soportados por las suspensiones), “el elemento flexible” (en varias suspensiones es un resorte , un elastómero o un cartucho neumático) y «el amortiguador» (popular como amortiguador con el que tenemos la posibilidad de modificar la agilidad de compresión y extensión del elemento flexible).
Son múltiples las fuerzas que actúan sobre un sistema de suspensión y para ajustarlo es requisito tenerlas presente. Ellos son:
Cuidados en el hogar: lubricación de horquillas
Todas y cada una de las horquillas marchan con aceite. El aceite actúa como lubricante y es primordial para el buen desempeño de la horquilla. Por consiguiente, el paso inicial para un óptimo cuidado va a ser sostener la horquilla lubrificada en todo instante.
El aceite para las horquillas se guarda en las llamadas botellas. Desde allí, el aceite se desplaza y lubrica los cojinetes y sellos situados en la horquilla. Así mismo, este ingrediente va a trabajar sin fricción, con suavidad y sin estruendos.
Paso 4: Verifique cuánto se ha hundido la suspensión
En el momento en que esté en la bicicleta y sentado, la suspensión se va a hundir relativamente gracias a su peso del cuerpo agregada. Es hora de salir de él y investigar hasta dónde se ha hundido. Una cinta métrica puede ser útil para ello.
El SAG de la suspensión va a ser la distancia entre el máximo o retenedor de la barra amortiguadora y la goma o guía. Si tiene una horquilla XC de cien mm de paseo y la barra cae 15 mm, su SAG es del 15 %.
¿Qué sucede si viajo con un amortiguador roto?
Riesgos de conducir con amortiguadores gastados – 6 fotografías Los rodamientos están desafilados y también inestables con amortiguadores gastados. Agrandar Según la utilización del vehículo, la carga que acostumbramos a llevar en él y el género de asfalto por el que circulamos (raramente, es en localidad donde mucho más se gastan por efecto de pasos de viandantes altos, badenes, pozos de cubiertas, aceras, etcétera.), la vida media de un amortiguador en buen estado es de entre 70.000 y cien.000 km,
Mayores distancias de frenado. Mayor peligro de aquaplaning. Menos agarre en las curvas. Frenado desequilibrado. Menor desempeño de los sistemas de seguridad como ABS o ESP. Mayor desgaste de los neumáticos. Pérdida de tranquilidad, los continuos movimientos del cuerpo hacen que los usuarios se sientan mareados. Peligro de fracaso. En casos extremos, el amortiguador puede romperse. Rápido declive de la edad del chasis y partes mecánicas. Gracias a estos movimientos pronunciados, se generan desalineaciones en unas partes del salpicadero, cuadros de las puertas, tal como un mayor desgaste de las rótulas de dirección, trapecios, etcétera.